Evangelismo

    Amada Alma, si tú murieras ahora mismo, ¿sabes si irías al cielo o al infierno por toda la eternidad? La Biblia, la Palabra de Dios, dice que tú puedes saberlo.
 
    Amigo mío, te estoy haciendo la pregunta más importante de tu vida. Tu respuesta determinará dónde tú pasarás la eternidad. La pregunta es:  ¿Eres tú salvo? La pregunta no es si tú eres miembro de una iglesia, sino ¿eres tú salvo? No es si estás llevando una buena vida, sino ¿eres salvo? No es si estás trabajando para ser salvo, o si esperas ser salvo, sino ¿eres salvo? La Biblia indica que podemos y debemos ser salvos. (Hechos 4:12)
 
    Para ser salvo, primero tú debes admitir que eres pecador. “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.
Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” 
(Romanos 3:10, 12) “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloría de Dios;” (Romanos 3:23) Amigo, tus pecados han hecho que tú estés destituido de la gloria de Dios; y tú no puedes llenar sus requisitos para
poder entrar en el cielo.
 
    En segundo lugar, tú necesitas darte cuenta de que alguien te amó y murió por ti. Jesucristo murió en una cruz para pagar por tus pecados y para darte la oportunidad de ir al cielo. “Mas Dios encarece su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8) Cuando Cristo murió en la cruz, Su sangre pagó la penalidad por tus pecados. “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” (Colosenses 1:14) Date cuenta de que tú no puedes hacer nada que te ayude a ganar entrada al cielo. Jesús ya pagó completamente por ello cuando Él murió en la cruz.
 
    Antes de morir, Él dijo, ”. .. Consumado es … ” (Juan 19:30) Ahora, Él quiere darte un hogar en el cielo, ”. .. mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23)
    Tú debes darte cuenta de que, cuando Jesús te salva, te salva para siempre. Jesús no permaneció muerto. Él resucitó de la tumba y está ahora vivo, en el cielo, intercediendo por aquéllos que han confiado en Él. “Porque primeramente os he entregado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” (1 Corintios 15:3-4) “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25)
 
    Por fe, recibe a Jesucristo. Jesús murió para darles a todos el don de la vida eterna. Sin embargo, como todo otro regalo, éste no es de ningún valor, a menos que tú lo recibas por ti mismo. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1:12) Fe es confianza completa.
    La Biblia dice que tú eres salvo “por fe” sin tener que añadir nada más. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2 : 8 -9) La única fe que salva, es fe completa en Jesucristo. “Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.” (Hechos 16:31) Cualquier cosa que tú intentas añadir a la fe, es “obras”. “Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme o su propósito son llamados.” (Romanos 8:28)
 
    Amada Alma, si tú estás dispuesto a dejar de tratar de ganarte la entrada al cielo por ti mismo, y si mejor conffas completamente en Jesucristo, entonces ¡tú puedes ser salvo ahora mismo! ¡ La decisión es tuya! Sólo inclina la cabeza y ora a Dios, usando tus propias palabras, y admítele a Él que tú eres un pecador culpable que merece el infierno, pero que, con todo tu corazón, crees que Jesucristo te puede salvar del infierno y que puede cambiar tu manera de vida. La Biblia dice, “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:9, 13)
 
    Si tú decides no admitir tu culpa y no confiar en Jesucristo como tu Salvador, favor de leer lo que la Biblia dice, “El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya es condnado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” (Juan 3:18)

Pedido de Oración
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